Cómo proteger tu know‑how sin registros públicos: 5 estrategias legales

El know‑how puede ser uno de los activos más estratégicos y valiosos de una empresa. Alcanzar una protección del know‑how eficaz sin necesidad de registros públicos es totalmente posible si se aplican las herramientas legales adecuadas.

A diferencia de las patentes o marcas, el conocimiento técnico, procesos internos, fórmulas u otras prácticas no divulgadas se protege como secreto empresarial. Esto implica que no requiere inscripción oficial, pero sí exige una gestión interna y jurídica rigurosa para mantener su valor y legitimidad frente a terceros.

Conoce el valor legal del know‑how confidencial

El marco legal español y europeo reconoce que la información empresarial confidencial tiene protección jurídica siempre que cumpla con tres requisitos: que sea secreta, que tenga valor comercial por su carácter reservado y que se hayan tomado medidas razonables para mantenerla en secreto.

Por tanto, no se trata de registrar, sino de demostrar que se ha hecho todo lo necesario para preservar su confidencialidad. Esa demostración, en caso de conflicto, será la clave para que los tribunales te otorguen la razón y sancionen a quien haya vulnerado tu derecho. En este sentido, tenemos la Ley 1/2019, de 20 de febrero, de Secretos Empresariales.

Acuerdos de confidencialidad: la primera línea de defensa

Los contratos de confidencialidad son esenciales. Su función es clara: establecer por escrito que cierta información es confidencial, delimitar su uso autorizado y prever consecuencias legales ante cualquier filtración o mal uso.

Es fundamental que estos acuerdos estén adaptados a cada relación: empleados, proveedores, socios comerciales o inversores. Un NDA genérico puede resultar ineficaz si no cubre adecuadamente los intereses concretos de la empresa.

Además, estos contratos son una prueba documental clave de que se ha actuado con diligencia, lo cual es determinante para sostener una protección del know‑how eficaz en sede judicial.

Seguridad interna y cultura de confidencialidad

Blindar tu información requiere más que contratos. La implementación de controles internos sólidos es igual de importante. Esto incluye limitar el acceso a ciertos documentos, utilizar herramientas digitales seguras, marcar la información como confidencial y crear niveles de autorización para empleados según su función.

La formación periódica del personal también es crítica. Tus trabajadores deben entender qué tipo de información es sensible y cómo deben manejarla. La cultura organizacional basada en la discreción refuerza la idea de que el conocimiento interno es un activo que se debe proteger activamente.

Estas prácticas, además de prevenir fugas accidentales, permiten demostrar que has tomado medidas razonables, reforzando una protección del know‑how eficaz de forma continua.

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Documentación estructurada y evidencias legales

En caso de disputa, será necesario probar que tu empresa poseía un determinado conocimiento técnico, que este era confidencial y que tú eras su titular legítimo. Aquí entra la importancia de contar con documentación organizada y fechada.

Un buen método consiste en categorizar el know‑how mediante el sistema SFP: identificar el tema (Subject), el formato en el que se presenta (Format) y el producto o servicio al que se aplica (Product). Esto facilita su trazabilidad.

Con este nivel de documentación, te será mucho más fácil demostrar una protección del know‑how eficaz ante cualquier intento de apropiación indebida.

Cláusulas laborales específicas y no competencia

Muchas fugas de información ocurren cuando un empleado abandona la empresa y comienza a trabajar en la competencia. Para prevenir este riesgo, debes incluir en los contratos laborales ciertas disposiciones clave.

Primero, la obligación de confidencialidad debe extenderse incluso después de finalizar la relación laboral. Segundo, la cesión de derechos sobre invenciones o mejoras creadas durante el vínculo laboral debe quedar claramente estipulada. Y tercero, cuando sea legalmente viable, es recomendable establecer cláusulas de no competencia postcontractual.

Estas cláusulas deben estar bien fundamentadas, tener una duración razonable y, si corresponde, compensación económica. Así garantizarás que el ex trabajador no utilice el know‑how en beneficio propio o de terceros, consolidando así una protección del know‑how eficaz también a largo plazo.

Reacción rápida ante filtraciones

Cuando hay una sospecha de uso no autorizado del know‑how, el tiempo es crucial. La legislación permite solicitar medidas cautelares inmediatas, como el cese de uso, la inmovilización de productos o la retirada del mercado de aquello que se base en información robada.

También se pueden reclamar daños y perjuicios, así como exigir responsabilidades penales si se prueba que hubo dolo. Pero para que estas acciones sean efectivas, debes contar con evidencias claras, buena asesoría legal y haber actuado con coherencia desde el principio.

Una reacción rápida y bien planificada garantiza una protección del know‑how eficaz, incluso cuando los daños parecen inevitables.

Contar con el apoyo de un despacho especializado en derecho mercantil como DiG Abogados puede marcar la diferencia. Nuestro equipo puede ayudarte a diseñar contratos adecuados, protocolos internos sólidos y estructuras de prueba legal que respalden tu estrategia de protección de know‑how. Además, te acompañamos en litigios y negociaciones cuando se producen filtraciones o conflictos.

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